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 Recordando este blog, veo que no he contado cómo organicé mis clases al final. Como poco a poco lo que les resultaba más fácil y agradable era las matemáticas (porque lo entendían y podían hacer algo con ello y hacerlo medianamente bien), decidí utilizar los problemas de los cuadernillos rubio para obligarles a leer con el premio de un problema de matemáticas que pueden resolver. La forma de trabajar, como con cualquier texto que he leído con ellos era: leer el problema entero deletreando cada palabra para que la puedan encontrar en el texto (les gustaba competir para ser el primero en encontrarla). Leer cada frase en oral y luego en LSE. Leer todo el texto en LSE. Representar un poco con mimo/teatro el significado del problema. Cada dos por tres en todo este proceso, recordarles que en español oral las frases se construyen de otra manera y que el orden cambia en LSE.  "Pablo tiene tres caramelos. María le da dos caramelos. ¿Cuántos caramelos tiene Pablo?" en LSE muy literal

Resumen-actualización

He tenido mucho trabajo las últimas semanas y no daba abasto. Escribir cada día una clase me lleva mucho más tiempo del que yo pensaba.  Hasta ahora, hemos pasado por varias etapas y hemos ido para atrás y para alante. Pensaba que había un grupo que ya sabía sumar y restar, puesto que me enseñaba sumas larguísimas, de 5 y 6 cifras. Les quise enseñar a multiplicar y fue una aventura. Les costaba entenderlo. Decidí darles un día de descanso y practicar geometría, sumas y restas sencillas, algo para participar todo el mundo. Resultó que no sabían restar. Así que ahora estamos aprendiendo a restar cifras sencillas y pronto empezaremos con llevadas. S. sigue avanzando a gran velocidad y sigue devorándolo todo. F. que no es capaz de relacionar de comprender lo que escribe ni lo que lee, sean letras o números, sabe sumar números sencillos de cabeza. He probado a darle sumas sencillas y esos números sí los identifica (cuando son muy grandes, en decenas, ya no tanto), pero puede sumar (e

9ª clase Matemáticas

La clase de matemáticas de hoy ha sido un poco locura, pero debería ir acostumbrándome porque es lo que tiene tener 4 o 5 niveles. A los que están aprendiendo los números y a contar, les llevé muchos objetos pequeños de mi casa en grupos de varios para que los agruparan, los colocaran y dijeran cuántos eran (con etiquetitas). Puse a R de jefe, encargado de comprobar que sus compañeros habían contado bien y de que respetaban los turnos. En eso les dejé mientras le daba sumas a Sabah (el armarito estaba cerrado así que tuve que inventarmelas yo) y explicaba la multiplicación a D, R y J.  D, R y J, como hombres adultos que son, no reconocen nunca que no saben algo, nunca tienen dudas y además, sin saberlo siquiera, compiten entre ellos. El resultado es que están demasiado ocupados para escucharme y al final no hacen lo que yo les pido. Ya les he reñido un par de veces pero no lo pueden evitar.  Les pregunté si sabían multiplicar y, por supuesto, dijeron que sí. Les pregunté que cuá

8ª clase Lectura

Para la clase de hoy, les he regalado unos cuadernos pequeñitos. La actividad era salir a la calle a leer carteles y a partir de ahora, cada semana deben traerme palabras escritas en sus cuadernos.  El nivel avanzado deberá escribir una palabra que reconozca y una que no conozca cada día (mínimo). También pueden escribir frases. El nivel inicial debe copiar una palabra y hacer un dibujo de lo que representa, o de lo que creen que represente (no estoy segura de que me hayan entendido así que vamos a ver qué me traen). Digo "lo que creen que represente" porque es posible que copien "Se vende" y dibujen una peluquería porque está debajo del piso en venta, pero lo que quiero es que cojan un poco de motricidad fina, porque la tienen regular y que se acostumbren a ver letras y palabras juntas.  Cada martes deben enseñarme los cuadernos y preguntarme las palabras que no entienden. Tengo que comprarles pegatinas de premio para motivarles a hacerlo (aún más. de momen

Resumen de la semana anterior

Perdón por el retraso. En la última semana he tenido unos horarios de locura, con muchos cambios. En lo que respecta a las clases, decidí separar a mis alumnos por niveles. Para lectoescritura tengo dos niveles: conoce las letras y puede leer e identificar algunas palabras y escribir (sin copiar) algunas palabras, y no conoce bien las letras, no puede leer ni identificar palabras y solo puede copiar palabras.  En el primer nivel (puede leer y escribir) tengo a cuatro alumnos: Ra, J, S y D. S está progresando muy deprisa y se entusiasma con cada acierto y cada pequeña mejora. Cualquier cosa que le propongo le parece bien. J, D y Ra son más escépticos a mis propuestas pero las aceptan y se muestran satisfechos cuando comprenden algo y ven que hay algunos resultados. Su ejercicio para la semana pasada fue un pequeño texto de frases cortas: YO COMPRO UN APARTAMENTO    JAVIER Y FERNANDO  COMPRAN UN PISO INÉS COMPRA UNA CASA     SARA  QUIERE COMPRAR UN CHALET MI NOVIO Y YO

5ª clase Lectura

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Ayer tuvimos clase de lectoescritura.  He decidido que vamos a leer bastante más que escribir porque no pueden escribir un idioma que no es el suyo, que no conocen y que no saben cómo funciona. Los niños oyentes están expuestos a su idioma unos 5 años antes de aprender a escribir y eso hace que cobre un cierto sentido. No sé cómo se enseña a leer a niños sordos (todavía no he conseguido contactar con nadie que me lo pueda explicar) pero por lo que he visto en otros artículos, muchos han aprendido de una forma "natural" cuando les han leído sus padres. De todas formas, voy reforzando signos con la palabra escrita y cuando leemos, escribo cosas y les explico cómo se derivan palabras. No quiero que lo memoricen, solo que sepan cómo funciona. Les explico que los oyentes hacen las cosas de otra manera: son ellos los raros. No obstante, para ver qué capacidad de lectura tenían, les di una versión muy simplificada de El Patito Feo (el libro que les iba a leer hoy en una edición

4ª clase matemáticas

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Para la clase del jueves, empecé explicando que, aunque en la clase hay gente que sabe sumar y restar sin problemas, hay otros que no lo tienen tan claro, así que íbamos a ir a lo inicial aunque sea un poco más aburrido para los que ya saben. Todos lo entendieron y quedaron conformes. Decidí probar un método que desarrolló una pedagoga, Magdalena Guzmán, llamado "Matemáticas esquemáticas". Me lo pasó un compañero del máster el año pasado y me pareció una buena forma de empezar puesto que un par de alumnos no tienen nada claro qué es sumar y restar.  Es un método que ella desarrolló para poder incluir también a niños que no sepan leer o que tengan algunas otras dificultades, así que pensé que podría serme útil. Pondré un par de capturas de pantalla de su PDF. Si me da el visto bueno, pondré también un enlace al PDF.  Este método empieza trabajando de forma visual y manipulativa, cortando papeles de colores y haciendo ver que dos trozos pequeños forman uno más grande, que